Los colocadores de revestimientos cerámicos hacen muy bien su trabajo, pero no pueden luchar contra los caprichos del arquitecto. Para que un colocador no se vea obligado a cortar la mitad de las piezas que coloca es necesario que uno, el que manda en estas cosas, tome algunas precauciones. No es muy complicado, sólo se trata de dibujar un plano muy simple de cada pared a revestir y colocar todo encajado en la trama: puertas, rosetas, interruptores, etc. Además, conviene considerar la posibilidad de colocar dejando juntas, que sirven como margen de tolerancia. Otras veces conviene sustituir una fila vertical por algún detalle en algún otro material, que puede un enlucido de yeso, o una pieza complementaria del marco de una puerta, etc.
Los colocadores de revestimientos cerámicos hacen muy bien su trabajo, pero no pueden luchar contra los caprichos del arquitecto. Para que un colocador no se vea obligado a cortar la mitad de las piezas que coloca es necesario que uno, el que manda en estas cosas, tome algunas precauciones. No es muy complicado, sólo se trata de dibujar un plano muy simple de cada pared a revestir y colocar todo encajado en la trama: puertas, rosetas, interruptores, etc. Además, conviene considerar la posibilidad de colocar dejando juntas, que sirven como margen de tolerancia. Otras veces conviene sustituir una fila vertical por algún detalle en algún otro material, que puede un enlucido de yeso, o una pieza complementaria del marco de una puerta, etc.
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